Recientes estudios han demostrado que trabajar con ordenadores portátiles en los aviones es improductivo.
Parece ser que en el avión el nivel de ruidos, presión atmosférica y la concentración de oxígeno (un poco más baja de lo habitual) hacen que trabajar en ese ambiente sea más fatigoso y con menor rendimiento.
Se aconseja pues que en los desplazamientos aéreos no se realicen actividades que impliquen una gran concentración. Todo lo más leer un libro.